La idea de este post o entrada surgió de un extraño momento vivido hace unos días. Cuando todo el mundo está centrado en las compras de navidad, preparativos de año nuevo y entrenando su nueva sonrisa forzada frente al espejo para estas fechas, yo me dedico a observar la realidad que me rodea.

Pocas son las veces las que nos planteamos si realmente estamos viviendo la vida que queremos o la que nos ha tocado vivir. Imaginar otros mundos posibles siempre ha estado presentes en nuestra mente. Muchos escritores han planteado realidades alternativas, en forma de portales dimensionales, agujeros de gusano, libros malditos, anillos mágicos o conjuros imposibles de descifrar, pero todos ellos con la misma finalidad, poder observar a través de otra dimensión o mundo paralelo.

(casualmente Matthew le ha cogido el gusto de viajar en el espacio-tiempo en varias ocasiones ¿será un visitante del exterior?)

Existen teorías, algunas las comparto otras no, que en ocasiones existen desgarros de la realidad, brechas dimensionales que se abren debido a grandes perturbaciones cósmicas (los jedis lo llamarían «fuerza») Dichos desgarros nos permiten ver «pedazos» de realidad que han ocurrido, que pueden ocurrir o que están ocurriendo a la misma vez que nuestra realidad. Los dejavú pueden ser un simple ejemplo de ello, aunque los científicos se han puesto de acuerdo en querer explicar esas lagunas mentales con métodos neurológicos que pocos entienden.

Un poco de información adicional sobre los universos paralelos:

El término de «multiverso» fue acuñado en 1895  por el psicólogo William James. El concepto de multiverso se ha usado en cosmología, física, astronomía, psicología transpersonal y en la ficción. Los diferentes universos dentro del multiverso son a veces llamados universos paralelos. En otros contextos, también son llamados «universos alternativos», «universos cuánticos», «dimensiones interpenetrantes», «mundos paralelos», «realidades alternativas» o «líneas de tiempo alternativas».

Están las pruebas científicas y las teorías, pero lo importante es la práctica. En nuestro mundo la práctica sería esa serie de personas que dicen tener «visiones» de otros mundos, que aseguran ser reencarnaciones de Nefertiti, Napoleón, Carlo Magno (curiosamente nadie se reencarna en panadero, un mecánico de Chevrolet o en Adolf Hitler) Incluso personas que dicen venir de otras dimensiones y que coexisten entre nosotros (Reptilianos)

Esta última idea está muy grabada en el subconsciente de la gente, quizás debido a que los relatos de H.P Lovecraft que tanto influyeron a la literatura y cultura popular se centraban en esos temas. Temores y miedos representados y expresados de la forma de que cada día estamos siendo visitados por seres cósmicos horribles que se cuelan a través de esos portales invisibles y que sólo él podía ver.

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(¿HP escribía sus miedos para ahuyentarlos o porque realmente sabía que nos visitaban?)

En la ficción televisiva del show Doctor Who se explica de la siguiente forma; El Primer Doctor declaró que la «cuarta dimensión» (como los humanos lo entendían) era el tiempo. Vicki Pallister más tarde formuló que el tiempo, a pesar de ser una dimensión en sí, tenía dimensiones dentro. El hiperespacio era otra dimensión. Se podía llegar a él mediante un agujero negro, que básicamente colapsaba las dimensiones en una singularidad. El interior de una TARDIS existía como una dimensión separada del resto del universo. Esto quería decir que el interior no existía, creando una paradoja temporal.

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Como último caso práctico y  referido a los humanos, dejo para la reflexión del lector, el caso de las personas que sufren alucinaciones o padecen alguna enfermedad o trastorno mental. Esas personas que tanto quiere tapar la sociedad y que siempre han sido perseguidos como «brujas», «locos» , «idos» o «malditos». Esas mismas personas que en ocasiones sufren delirios, visiones y pesadillas recurrentes y que hacen de su vida un infierno en vida. ¿Pueden ser ellos la puerta a otra dimensión? ¿Su sufrimiento es el martirio de poder ver las brechas temporales? Lo que está claro es que debemos ser pacientes, tolerantes pero sobre todo saber tender la mano a las personas que sufren (sin haber elegido cabe recalcar) algún problema semejante. El entendimiento y abrir nuestra mente, es lo que nos hace crecer como especie, de lo contrario nos destruiremos.


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