SER o ESTAR

No es habitual que yo hable de experiencias personales, la mayoría de las cosas que escribo son relatos de ficción, con personajes inventados, en situaciones y ciudades ficticias. Otros son mera fantasía o situaciones peligrosamente perturbadoras que desarrollo para mi estabilidad psicológica.

Esta vez, esta entrada tratará sobre una situación vivida recientemente. La noche del 10 de diciembre de 2015 la recordaré como una de las noches en la que me sentí observado, alguien sobre una escenario supo leer mi mente y preguntarse las mismas dudas que me he hecho alguna vez durante mi (corta) existencia. Fue una noche del misterio, y el conductor de ese tránsito hacia la luz era Iker Jiménez.

Tenemos muchas ideas en común, pero sobretodo la inquietud de querer conocer más, de hacernos preguntas a cosas cotidianas y de romper tabúes e ideas preconcebidas. Debo confesar que no creo en todo lo paranormal ni en todos los misterios, soy un hombre de ciencia y de racionalidad extrema, pocas veces me dejo llevar por el pavor pero siempre está latente tras mis pensamientos. Pero hay cuestiones que van más allá de nosotros como seres humanos y necesitan ser respondidas o al menos ser cuestionadas.

 

Las ya manidas frases de ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? Se han transformado en misterios que se van uniendo con el paso de los años. Estudios recientes han descubierto que la materia oscura del cosmos está esparcida por todo el Universo. Quizás las mismas partículas que flotan en el aire, las montañas de nuestro planeta, algún meteorito o lluvia cósmica (en forma de estrella fugaz) ha pertenecido a otro planeta u otra galaxia. Quizás esos elementos que son comunes en el Universo conforman una materia aún más grande de la cual no tenemos conocimiento.

Todos somos materia y todos estamos compuestos de energía, la misma energía que hizo que el BigBang estallara y se creara el maravilloso planeta en el que vivimos y que por cierto estamos destruyendo de forma inevitable. La vida o existencia, como quieras llamarlo, es un círculo infinito, sin comienzo ni fin, un bucle en el que estamos inmersos y del que no podemos salir. Pensar que somos únicos, diferentes y especiales es mentira. Somos un eslabón más de la cadena atómica que respresenta el cosmos. ¿Solos? No lo creo ¿Nos han visitado? Lo dudo.

Lo más lamentable de todo es la poca preocupación que tiene la gente de su alrededor. Nos han enseñado a focalizar de cerca, en centrarnos en lo inmediato, en lo rápido, en lo vanal. En lo extremo, en lo violento, en el tedio y el pensamiento unidireccional. Nos dicen que somos únicos, la publicidad nos engaña haciéndonos pensar que somos útiles y diferentes, consumidores de cosas con fecha de caducidad y caemos en la tentación, en la que yo me incluyo sin lugar a dudas. Nadie es capaz de levantar la mirada de su móvil, de su portátil, de su Ipad, de su reloj inteligente, nadie para de “subir” su vida y contar cosas que se han contado hace miles de años (no hay nada nuevo que contar desde una red social diariamente) Ya nadie mira el cielo…

Si has sido capaz de llegar hasta aquí en la reflexión, enhorabuena porque ahora entenderás el título. SER o ESTAR. ESTAR o SER.

Existe una gran diferencia. ESTAR es estar, es un modo automático de vida, un modo programado. Buscar los mismos afines, las mismas metas, reunirse con la misma gente una y otra vez. Estar apegado a las mismas cosas y creer en lo mismo una y otra vez aunque eso nos decepcione constantemente (religión, amigos, pareja, familia) ¿Porqué debemos conformarnos con los que nos toca vivir? ¿No se puede levantar la voz de tu mente y cambiar?

La vida es así” es una frase que seguramente inventó un político o un publicista para que no dejaras de consumir o empezaras a pensar por ti mismo. La gente que ESTÁ no se pregunta cosas, se deja llevar, vive sin vivir, son juguetes de una cadena de montaje, unos más felices que otros.

Porque la única realidad que conocéis es la que veis por la TV.
Ahora mismo existe una generación que no sabe nada más que lo que ve en la TV.
La tele es el evangelio, la revelación suprema. La TV puede crear o destruir presidentes, papas y primeros ministros. Es la fuerza más formidable de este mundo ateo.
Pobres de vosotros si cae en manos equivocadas.
Por eso es una desgracia que haya muerto Edgard George Rubby. Porque esta empresa está ahora en manos de la CCE, la fuerza propagandística más formidable de este mundo ateo, quién sabe cuánta mierda se venderá como verdad en esta cadena.
¡Así que escuchadme! ¡ESCUCHADME!
La TV no es la verdad. La TV es un parque de atracciones. La TV es un circo, un carnaval, una compañía de acróbatas, cuenta cuentos, bailarines, malabaristas, domadores de leones y jugadores de fútbol.
Es el negocio del pasatiempo.

net
Network un mundo implacable. Película de Sidney Lumet

 

En cambio la persona que busca cambios, se pregunta constantemente, razona, contradice, investiga, busca opiniones, es tolerante y honesto, esa persona quiere SER de verdad, quiere vivir de verdad. SOMOS lo que pensamos y sobretodo SOMOS lo que nos preguntamos. Si no eres capaz de levantar la mirada al cielo y maravillarte es que entonces no perteneces ni ERES de este Universo.

En resumen. Si ERES perdurarás, si ESTAS, mueres.

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