Llega el Ragnarök.

La gran batalla se desarrolla en la amplia llanura de Vigrid donde los adustos y calmados Æsir se enfrentan a todo el antagonismo contenido de siglos que se desatan en un torrente de odio. Lucharon con ceñuda determinación, mano a mano y cara a cara.

Odín luchó contra Fenrir y, aunque luchó con bravura, fue de los primeros dioses en encontrar su muerte, pues fue incapaz de resistir la marea de maldad que personificaba. Crecía y crecía y crecía más a cada momento que pasaba hasta que sus mandíbulas abarcaron todo el espacio entre el cielo y la tierra por lo que se abalanzó sobre el padre de todos y lo devoró entero. Vidar llega corriendo para vengar su muerte y el destino presagiado cae sobre Fenrir pues su mandíbula inferior siente la pisada del zapato que fue reservado para ese día. El dios aferró la mandíbula superior con las manos y la desgarró en dos.

Thor se enfrenta a Jörmungand a quien derriba con un golpe certero de Mjölnir, pero por desgracia se tambalea nueve pasos hacia atrás y encuentra la muerte entre las olas de veneno que manaban todavía de las fauces del agonizante monstruo.

(Thor went forth against Jörmungand – Charles Edmund Brock).

Frey luchó con Surt, pero sin el arma que entregó para el cortejo de Gerda no pudo hacer frente a las llamas de la espada del gigante que le asesta un golpe fatídico.

Tyr lucha contra el perro de Hela, Garm, pero para poder derrotarlo debe entregar su vida como Thor y como Heimdall que lucha contra el peor de todos los enemigos en el campo de batalla: Loki. Después de todas las veces que lucharon en el pasado no es de extrañar que encuentren su final juntos, así que ambos caen sin vida.

Entonces, Surt arroja sus ardientes armas contra el cielo, la tierra y los nueve reinos de Hela por lo que las voraces llamas envolvieron el gran tronco del fresno Yggdrasil y alcanzaron los palacios de los dioses que se consumen por completo, arrasando también la vegetación y que todos los océanos se conviertan en un gran hervidero. La tierra es, literalmente, arrasada por el fuego.

Sin embargo, nuestros ancestros creían también en la regeneración por lo que la tierra se alza purificada por el fuego e iluminada por el sol, cuyo carro conduce ahora una hija de Sól nacida antes de que el lobo devorase a su madre. Esta vez no era una esfera imperfecta como la primera que debido a su gran temperatura los dioses necesitaban protección, sino que los rayos más que ardientes eran cálidos y ayudaron a que las flores y las plantas volvieran a resurgir en medio de las cenizas. Dos seres humanos que se ocultaron cuando la batalla comenzó, Lif y Lifthrasir salieron de las profundidades del bosque de Hodmímir donde Mímir los ocultó, tomaron posesión de la tierra regenerada para que sus descendientes la poblaran.

Todos los dioses que representaban las fuerzas de la naturaleza habían perecido, pero quedaban algunos arquetipos de las fueras inmortales de la naturaleza como Vali y Vidar que regresaron a la llanura de Ida, donde los hijos de Thor les recibieron, Modi y Magni, que traían consigo a Mjölnir. Apareció también Hoenir ahora ya libre del exilio de los Vanir. Pero lo más importante fue que Baldr se abrió paso desde el oscuro mundo inferior y junto con su hermano Hodur, con quien ya se había reconciliado, se alzaron para reunir a todos los supervivientes en Gimli, la morada celestial más impresionante que había resistido el fuego de Surt.

Deja un comentario