Afrodita, la diosa del amor.

(The Birth of Venus – Botticelli).

Empieza la temporada de acuario y, se termina enero y se acerca febrero, el mes mundialmente conocido por su dedicación al amor en todas sus facetas y ese es mi gran motivo sacado absolutamente de la manga para introducirles a este gran, pero gran icono de la mitología griega («¿No deberías entonces esperar al 1 de febrero al menos?» Pues no, no quiero).

Como ya hablamos en la entrada sobre la castración de Urano, la espuma de sus genitales no se desperdicia porque en esta cultura TODO se aprovecha, así que de ella nace una diosa ESPECTACULAR llamada Afrodita y que casi un 90% de la población conoce ya sea por un motivo o por otro. ¿Qué significa que nazca de las partes íntimas de Urano cuando Crono hace chaschas? Pues que las circunstancias de su creación se dan en un estadio, tiempo, anterior a los dioses Olímpicos según la versión de Hesíodo, la versión de Homero la sitúa como una diosa de segunda generación igual que Apolo y Artemisa (eh… no). Por tanto, es lo que hoy conoceríamos como la tía guay perfectamente representada en el DLH de Pascu y Rodri.

Ἀφροδίτη

(Venus de Milo – desconocido).

Sí, una de las representaciones más famosas de esta diosa es a través de su versión romana (como casi todas, por desgracia) y su autor es anónimo. ¿Por qué su popularidad? Porque representa el ideal de belleza griega. No, la pérdida de los miembros superiores es un hecho tan misterioso como la identidad de su autor, aunque cuando fue descubierta cerca estaban los restos de una de sus manos que sostiene la famosa manzana de la discordia del juicio de Paris.

Personalmente, me gusta mucho la descripción que hace el escritor Rick Riordan sobre la diosa y sus atributos: cada persona la visualiza según sus propios cánones de belleza. De esta forma, mi Afrodita podría ser pelirroja con la cara llena de pecas y la tuya de piel negra como el carbón y rebeldes rizos en su preciosa cabeza, pero siempre respondiendo a la imagen que más te puede incitar a caer en el amor.

Es la diosa del amor, la sensualidad, la belleza y la fertilidad, en un sentido mínimo (Hera se lleva gran parte de esta representación) del amor conyugal (Hefesto tiene mucho que decir al respecto). Debido a las circunstancias de su nacimiento, suele ser representada tanto en pintura como en escultura con una concha o animales marinos y, por supuesto, desnuda. Evidente, lo sé. Por algún extraño motivo que no me termina de quedar muy claro, no les voy a engañar, en lugares como Esparta fue venerada como diosa de la guerra y, al parecer, es por ello que su compañero de culto es Ares («Yanira, causó la guerra de Troya». Ya, ya, si sé quién dices) y, por su conexión con la fertilidad, también lo es Hermes.

Atributos:

  • amapola, rosa.
  • belleza y juventud.
  • paloma.
  • concha.
  • cisne, delfín.
  • desnudez.
  • estrellas.
  • manzana.

(Aphrodite and Hermes – Walter Crane).

La lista de mitos en los que la sensual figura de Afrodita aparece es larga, muuuuuuy larga, pero, como siempre, vamos a tratar de hacer una selección entre los más y los menos conocidos.

  • podríamos empezar con su matrimonio con Hefesto como compensación por el pequeño accidente que lo deja cojo (cofcofHERALOARROJAOLIMPOABAJOcofcof) y que, por supuesto, no es de su agrado, así que Afrodita que se considera un alma libre pulula por ahí a escondidas y su principal amante es el dios de la guerra Ares. Estos tres dioses protagonizan uno de los episodios más peculiares, divertidos, morbosos y es posible que humillantes de la mitología: pues Hefesto, hasta la coronilla de una infelidad que está más que clara, pero que no puede demostrar, se decide a crear una red, pero no cualquier red. Por todos es bien conocido el poder de las cosas que crea Hefesto, así que voilá: una red mágica atrapa dioses que pone en práctica un día que el dios Helios se chiva (dios del sol, lo ve todo) y, por desgracia para los amantes, son expuestos desnudos y en pleno meollo de la cuestión al resto de dioses del Olimpo.
  • Afrodita y Adonis, Adonis y Afrodita fun… fun… fun. Había una vez un niño que nació a raíz de una relación incestuosa entre su madre y su padre/abuelo, ella termina convertida en un árbol de mirra y, pasados nueve meses, la corteza se abre y aparece un niño de indudable belleza que fascina a la diosa del amor. Ella lo encierra en una caja (¿?) que confía a Perséfone (¿?) quien también se enamora del niño y lo lleva con ella (¿?) provocando un enfrentamiento entre las dos diosas que Zeus debe solucionar decretando que Adonis pase un tercio del año con cada diosa y el restante solito (¿Hades? ¿Nada que objetar?). Al final resulta que el chaval tiene preferencia por la belleza de Afrodita y prefiere pasar incluso su tiempo solo con ella… despertando los celos de Ares que se convierte en un jabalí y le hace pupita mortal. De su sangre y de las lágrimas de la diosa nacen la primera anémona y la primera rosa.

Ha muerto, Citerea, el tierno Adonis. ¿Qué haremos? Golpeaos el pecho, muchachas, y rasgad vuestras túnicas – Safo, s. VII a.C.

(El despertar de Adonis – John William Waterhouse).