Y con estos dos dioses cerraríamos el ciclo de presentaciones sobre los protagonistas principales para meternos directamente en la parte de mitos.

Ἥφαιστος 

(Vulcan – Guillaume II Coustou).

Conocemos a Hefesto por su carácter gruñón, seco y retraído. No se trata del alma de la fiesta, precisamente, aunque supongo que si nada más nacer tu madre te tira desde el Monte Olimpo, porque considera que eres lo más horrible que ha visto en su vida, y te deja cojo para siempre pues es algo normal. Es recogido por la oceánide Eurínome y por la nereida Tetis, quienes lo cuidan durante nueve años en una cueva bajo del mar. Su maestro fue Cedalión de Naxos que le enseñó a trabajar los metales y al que más tarde Hefesto puso de guía para Orión cuando quedó ciego.

Era el señor del fuego y personificaba este elemento en algunas ocasiones, como cuando intervino en favor de Aquiles y obligó al río Escamandro a volver a su curso. Representaba el fuego como agente civilizador, utilizado en su trabajo por todos los artesanos que le veneraban: herreros, orfebres y ceramistas.

Era el único dios trabajador, herrero y orfebre de las joyas de los dioses y creador de muchas otras maravillas: el templo de bronce de Apolo en Delfos; la Égida, el cetro y el rayo de Zeus; el cinturón de Afrodita; las flechas de Artemisa; la corona de oro que Dioniso le regaló a Ariadna. Trabajó también para los mortales: el collar y el pelo de Harmonía; el cetro de Agamenón; los toros de fuego de Eetes. Y, como no podía ser de otra forma, para los héroes: en agradecimiento a Tetis por haber cuidado de él, crea el escudo de Aquiles; las corazas de Diomedes y de Heracles; las ramas de Eneas y Peleo.

Está oficialmente casado con Afrodita, pero pasan cosas y se le conocen otras parejas como Caris o Aglaya e incluso un intento de violar a la diosa Atenea, este mito da para mucho también.

No podemos olvidar, ni dejar de mencionar, su mejor obra, sobre la que pienso escribir una entrada en un futuro no muy lejano, así que solo mencionaré su nombre: PANDORA, la primera mujer.

Sus símbolos son:

  • barba y brazos fuertes.
  • cojo y deforme.
  • fuelle, hacha, martillo, tenazas, yunque.

(Tetis recibiendo las armas de Hefesto para Aquiles – Anton van Dyck).

En Roma fue conocido como Vulcano, haciendo referencia a los volcanes de donde obtenía el calor para poner en marcha sus fraguas.

Διόνυσος

(Dionysos – Museo El Louvre).

Mientras que, lógicamente y ya tan solo con la comparativa de ambas estatuas representativas, Dioniso es todo lo contrario a la figura de Hefesto.

Nace de una aventura entre Zeus y Sémele, quien muere ante la presencia del rey de los dioses (pfffffffffffff), así que injerta el crío en su muslo (mira, yo ya…) de donde nace. Hera, siguiendo su procedimiento habitual, mete cizaña para que los titanes descuarticen al crío y lo hierven en un caldero, pero Rea, la buena yaya, reúne todos sus miembros y lo devuelve a la vida (¿Osiris? ¿Eres tú?). En un intento de protegerlo, Zeus lo viste con ropas de niña y se lo encarga a dos reyes que Hera hace enloquecer, así que Zeus se cansa y lo metamorfea en cabrito. Se lo confía a Hermes que lo deja con las ninfas, lo crían ayudadas por las Musas, los Sátiros y el sabio Sileno que le enseña a tocar la flauta y le descubre la vid que se volvería su icono representativo.

En su origen era un dios de la vegetación, el espíritu de la savia de las plantas. Inventó el modo de obtener el vino y recorrió el mundo con Sileno para extender su uso (y castigar a todo el que se opusiera, mi dios secundario sí es). Con sus facultades milagrosas hacía brotar leche, vino y miel de la misma tierra. Protegía la fecundidad provocando el deseo erótico, aunque asimismo era capaz de apaciguarlo. Gana su puesto en el panteón olímpico después de matar al gigante Éurito con su tirso. Su séquito de Silenos, Sátiros, Ninfas… de cuyos cantos y danzas surge el teatro, realizan por las noches cruentos ritos orgiásticos, en cuyo delirio perseguían animales salvajes para sacrificarlos y comerlos crudos.

En Etolia seduce a Altea, esposa de Eneo, y le regala en compensación la primera cepa de viña conocida por los mortales. Después de ser divinizado encuentra a Ariadna en Naxos, abandonada por Teseo, y se casa con ella en el Olimpo.

Sus símbolos son:

  • asno, delfín, cabra, cerdo, elefante… (un zoo).
  • belleza.
  • corona de hiedra, vid.
  • cuerno o copa de libaciones.
  • instrumentos musicales como la lira o la flauta.

(El triunfo de Baco – Paul Rubens).

Los griegos le dieron el segundo nombre de Baco que luego fue adoptado por los romanos, llamando bacanales a sus rituales y siendo identificado con su dios Liber Pater.


Descubre más desde la paradoja literaria

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

6 respuestas a “Sobre dos dioses opuestos: las fraguas de Hefesto y las orgías de Dioniso.”

  1. […] Sobre dos dioses opuestos: las fraguas de Hefesto y las orgías de Dioniso. […]

    Me gusta

  2. […] Sobre dos dioses opuestos: las fraguas de Hefesto y las orgías de Dioniso. […]

    Me gusta

  3. […] Sobre dos dioses opuestos: las fraguas de Hefesto y las orgías de Dioniso. […]

    Me gusta

  4. […] Sobre dos dioses opuestos: las fraguas de Hefesto y las orgías de Dioniso. […]

    Me gusta

  5. […] Sobre dos dioses opuestos: las fraguas de Hefesto y las orgías de Dioniso. […]

    Me gusta

Replica a La caja de Pandora | LA PARADOJA LITERARIA Cancelar la respuesta

Tendencias