(Heracles e íficles – Estamno de figuras rojas, Pintor de Berlín).

Es más que conocido bajo su nombre romano, Hércules, gracias a la ingesta cantidad de adaptaciones que se han hecho sobre su historia si bien es cierto que yo, aún, no me he topado con una que sea, aunque sea, un 70% fiel al mito. Supongo que hay demasiada locura y sangre.

Ἡρακλῆς 

(Hercule et Cerbère – Antonin Pavel Wagner).

Se trata del último hijo (probablemente por todo lo que sufre) que tiene Zeus con una mujer mortal. El caso es que se enamora de Alcmena, la mujer de Anfitrión, bisnieto de Perseo (olé, olé la línea familiar). Mientras este regresa victorioso de la guerra, Zeus se presenta disfrazado de Anfitrión y duermen juntos esa noche que el dios hace que dure el triple, hecho que le otorga a Heracles el sobrenombre de Trihéspero, el de las tres noches. Una vez que Zeus decide que está más que satisfecho se las pira y, entonces, llega el verdadero señor de la casa que, como todo hombre, lo primero que desea es yacer con su mujer quien le recibe agotada, pero le recibe y eso provoca que en su vientre se gesten, a la vez, dos niños: Heracles e íficles. Anfitrión, siendo descendiente de quien es, y con la mosca detrás de la oreja porque la actitud de su esposa le resultó extraña, acude al adivino Tiresias quien le relata lo sucedido. Como los griegos están locos, lo considera un honor.

(Alcmene and Zeus – Nicolas Tardieu).

Una vez que el pastel se ha descubierto, Zeus anuncia de forma imprudente, pero con toda la pedantería que lo caracteriza que, el primer niño que nazca, será el rey de la Argólida. ¿Quién entra entonces en escena? ¿A quién echamos en falta en este mito cuando hay una infidelidad de Zeus de por medio? Sí, así es, ella. Potra empoderada, celosa y vengativa donde las haya: Hera. ¿Cómo empieza, pues, lo que va a ser una venganza muy, muy larga? Pues retrasando el parto de Alcmena con ayuda de Ilitía y consiguiendo que el heredero del trono sea Euristeo, otro nieto de Perseo.

De la etapa más «tierna», necesito comillas más grandes, de los primeros años del infante, nos encontramos mitos como la creación de la Vía Láctea y cómo, cuando tenía ocho meses, mata a las serpientes que la diosa envió para asesinarlo. Hasta ese momento todavía era un misterio quién de los hermanos era el hijo de Anfitrión y quién de Zeus, en ese momento el misterio es resuelto.

(Hercule au berceau étouffant les serpents – Joseph Marie Vien).

En vista de que podría ser un peligro público, sus padres mortales se ocuparon de que tuviese muy buena educación: Anfitrión le enseña a conducir carros, Autólico a luchar cuerpo a cuerpo, Éurito a disparar con el arco, Castor a luchar con armas y Lino le enseña el arte del arpa. Este último es asesinado por el semidiós en un arranque de ira, así que lo envía al campo por temor de que el accidente pueda llegar a repetirse. Lejos de asalvajarlo, el nuevo entorno lo convierte en un adulto de notable inteligencia y fuera que merece, de igual forma, el favor de los dioses que lo proveen de armas: Hermes le regala una espada, Apolo un arco, Hefesto la coraza de oro y Poseidón, caballos.

Antes de los famosos doce trabajos, realiza dos grandes hazañas por las que es reconocido:

  • primera, mata al león del monte Cicerón que diezmaba los rebaños de Tespio. La cacería dura cincuenta días y cincuenta noches estuvo hospedado en el palacio del rey quien enviaba a una de sus cincuenta hijas cada noche para que yaciera con él. ¿Que si Heracles se dio cuenta del engaño? ¿Ustedes qué creen?
  • segunda, libera la ciudad de Tebas del tributo que pagaba a Ergino, rey de Orcómeno, después de vencerlo en una batalla en la que muere Anfitrión, por lo que el nuevo rey, Creonte, le entrega la mano de su hija Mégara. Tienen varios hijos y son muy felices hasta que Hera decide que ya está bien e induce al héroe a la locura, consiguiendo que asesine a toda su prole y a su esposa. Una vez que vuelve a estar en sus cinco sentidos acude al Oráculo de Delfos que le dice que debe realizar diez trabajos para Euristeo para ser perdonado y obtener la inmortalidad.

(Heracles decapita a sus hijos mientras Mégara observa horrorizada).

  1. Conseguir la piel del león de Nemea prenda que se convierte en parte de su outfit de ahora en adelante y el pobre animal se gana un puesto en el cielo como constelación de Leo.
  2. Matar a la hidra de Lerna (no válido porque le ayuda su sobrino Iolao). Corta las cabezas una a una hasta que llega a la inmortal que, además, entierra bajo una roca y usa la bilis para envenenar sus flechas. Durante este mismo trabajo Hera envía un cangrejo gigantesco que también corrió el mismo destino que la Hidra y se convierte en la constelación de Cáncer.
  3. Capturar vivo al jabalí de Erimanto costó lo suyo y durante esta misión Heracles se congratula con los centauros antes de participar en la expedición de los Argonautas.
  4. Apresar viva a la cierva de Cerinía, que tenía una cornamenta de oro a pesar de ser hembra, porque era de Artemisa y si la matas te buscas problemas gordos.
  5. Ahuyentar a las aves del lago Estinfalo que estaban devorando las cosechas e incluso a alguna que otra persona.
  6. Limpiar los establos de Augías (no válido porque oculta para quién trabaja y se niegan a pagarle) desviando los cursos de los ríos Afeo y Peneo.
  7. Capturar vivo al toro de Creta que, después de concebir al Minotauro con Pasífae, estaba sembrando el caos.
  8. Apresar vivas a las yeguas de Diomedes que les daba de comer los cadáveres de sus huéspedes, así que Heracles le concede el mismo destino.
  9. Conseguir el cinturón de Hipólita, reina de las Amazonas e hija de Ares, por un capricho de la hija de Euristeo.
  10. Capturar vivas las vacas de Gerión colocándolas en una tinaja se convierten en sacrificio para Hera. En el transcurso de este trabajo, el semidiós abre el estrecho de Gibraltar y levanta las columnas que llevarían su nombre.
  11. Llevar al Cancerbero ante Euristeo para lo que tiene que bajar al Inframundo donde se encuentra con Meleagro que lo lía para que se case con su hermana Deyanira. Hades le dice que si puede capturar al gran can sin armas puede llevárselo. Lo consigue, pero tiempo después se ve obligado a llevarlo de vuelta para que siguiera realizando sus funciones.
  12. Conseguir las manzanas de oro de las Hespérides después de engañar al titán Atlas gracias al consejo de Prometeo que es liberado por el héroe de su castigo eterno.

(Mosaico Los doce trabajos de Heracles – Museo Arqueológico Nacional).

Sus aventuras no terminan después de los doce trabajos, pero son demasiadas como para seguir alargando esta entrada, así que vamos a dar un salto hasta que viaja a Calidón para cumplir con el matrimonio acordado durante su estancia en el Hades y casarse así con la princesa Deyanira después de ser rechazado por el rey Eurito, quien no lo quería para su hija Iole.

Deyanira es secuestrada y casi violada por un centauro llamado Neso que Heracles asesina, pero no antes de que entrega a la princesa un filtro envenenado bajo el engaño de que se trataba de una poción para que Heracles la amase eternamente. Deja a Deyanira en Traquis, marcha para vengarse de Eurito, lo mata y toma a Iole como su concubina. Esto firma su sentencia de muerte pues Deyanira, consumida por los celos y la ira, impregna una preciosa capa con el filtro proporcionado por Nesa y se la regala a Heracles que resulta envenenado una vez que se la pone. La princesa se suicida cuando se entera del engaño del que ha sido víctima.

Heracles ordena que lo coloquen sobre una pira funeraria, pero nadie se atreve a encender el fuego hasta que pasa por allí Filoctetes. El fuego devora la parte mortal del héroe y su parte inmortal asciende a los cielos donde por fin se reconcilia con Hera, que lo reconoce como madre divina, y le entrega la mano de Hebe.

(Muerte de Hércules – Francisco de Zurbarán).

La verdad es que, aunque vivió como quiso la mayor parte de su vida, Heracles es uno de los dioses más desgraciados hasta el mismo momento de su muerte. Es el ejemplo de cómo un hijo carga con todos los pecados de su padre y sufre las consecuencias una y otra y otra vez hasta que el desenlace es inevitable.


Descubre más desde la paradoja literaria

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Tendencias