(Chaos – George Frederic Watts).
Suelo escribir de forma bastante desordenada sobre mitología, dependiendo de mi estado de ánimo, pero me gustaría tratar de llevar un orden ya que se me ha confiado este precioso espacio para explayarme, así que, aunque empecé con Hermes porque consideré que era lo más adecuado dada la situación, vamos al PRINCIPIO.
¿Existe uno en la mitología griega? Señoras y señores, existe un Principio en todo. Sí, así, con mayúscula. Por tanto, ¿hay un final? ¿Ustedes qué creen? Cuando la imaginación y la necesidad de tener una explicación para cada causa y efecto de la vida y el mundo que nos rodea son las bases sobre las que se sustentan las mitologías yo digo que no, que no lo hay. Vamos con lo que conocemos.
El principio de la mitología griega se llama Caos (χάος). Lo más curioso de esta identidad, si es que podemos llamarla de alguna manera, es que no tiene GÉNERO. Caos no es ni femenino ni masculino, sencillamente ES.
INCISO:
Relacionado con esto tenemos el descontento formado entre la comunidad de fans de la mitología griega con el videojuego Hades (para Switch), pues, aunque el inglés no tiene género, los traductores españoles decidieron darle uno y, por supuesto, cómo no, necesito que si alguien está sorprendido con esta resolución diga “¡yo!”, se decidieron por el masculino cuando la palabra en griego es NEUTRA y resulta que, como divinidad, suelen representarla de forma FEMENINA, pero aayyyyy los españoles, qué peculiares(machistas) somos(son).
De hecho, si somos justos con los diseñadores del juego, aunque debo aclarar que desconozco por completo sus intenciones, el diseño del personaje es bastante andrógino… pero bueno.
FIN DEL INCISO.
Su nombre significa, literalmente, “el vacío que se produce en una apertura” y que abarca mucho más porque este personaje se usa continuamente como genealogía para lo malo, oscuro y negativo del mundo, aunque su etimología no tenga ningún elemento que señale esos atributos.
Hesíodo, recuerden que todo lo que digo es casi siempre porque me lo ha enseñado este señor, lo concibe como un ser tangible, lo suficientemente sólido para ser afectado por el rayo de Zeus, que habita entre la Tierra y la más profunda de las regiones, el Tártaro.
Caos, como muchas otras identidades, empieza a concebir sin tener contacto con ningún ser masculino y engendra una hija y un hijo por sus propios medios:
(Nyx – Pedro Américo).
Érebo (Ἔρεβος) y Nyx (Nýx). La importancia del primero se reduce a abarcar la oscuridad del mundo subterráneo y su nombre se usa en varias ocasiones para designar a los Infiernos en la poesía. La importancia de la segunda es mayor ya que engendra sola la rama principal de la familia del Caos. En general, no se les suele dar mucha importancia salvo para explicar que de ella provienen todas las fuerzas oscuras, destructivas y negativas (de una mujer, vaya, qué raro *sarcasmo*) y la lista es, efectivamente, larga:
- Moro (Μορος): destino.
- Ker (Κῆρες): perdición.
- Tánatos (Θάνατος): muerte.
- Hipno (Ύπνος): sueño.
(Night and Sleep, 1878 – Evelyn de Morgan).
- Oneiroi (Ὄνειροι): ensueños.
- Oizys (Ὀϊζύς): dolor.
- Apate (Απάτη): engaño.
- Némesis o Ramnusia (Ῥαμνουσία): castigo merecido.
- Eris (Ἒρις): discordia, muy conocida por una famosa película de animación.
(Eris – Sinbad y la leyenda de los siete mares).
- Momo (Μωμος): burla.
- Las Hespérides (Έσπεριδες): hijas del atardecer.
Juntos engendran a Hemera (Ἡμέρα) y Éter (ἀήρ) ambos personificaciones de la luminosidad. Hecho que resulta curioso cuando se piensa que descienden de la familia más oscura de la mitología griega, pero que se entiende al tener en cuenta que Luz y Oscuridad siempre marchan de la mano porque son tan opuestos que la relación que existe entre ambos es inevitable. Como dato curioso: Hemera es identificada posteriormente con Eos (Aurora) de quien hablaremos más adelante.
Y con esto finalizamos el primer estadio del mundo según Hesíodo, espero que les haya gustado, ¡nos vemos en la siguiente entrada!