Si uno mira a través de la historia se da cuenta de que no ha pasado mucho tiempo desde que el ser humano pisó por primera vez la Luna. En 1969 el Apollo 11 tocaba suelo Selenita y Neil Armstrong decía la ya famosa frase:  «Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la Humanidad».

Pasado menos de un siglo, poco tiempo si hablamos en el desarrollo de una especie, hemos llegado a Marte y conquistado las órbitas de Júpìter, Urano y casi los límites de la Vía Láctea. Es por ello que después de mandar los primeros robots al planeta rojo, nos preparamos para la primera colonización humana en planeta extraterrestre. Los viajes interestelares, o interplanetarios, es el siguiente nivel en la escala evolutiva. No solo es salir del planeta Tierra, es tener la tecnología suficiente para poder desarrollar herramientas, transporte y almacenaje que pueda resistir las adversidades atmosféricas de otros planetas. Pero lo que realmente nos frena en la conquista espacial es nuestro organismo.

El cuerpo humano no está preparado para realizar largos viajes espaciales, la falta de gravedad, temperatura, alimentación y desgaste muscular, hay que añadir el más importante: El factor psicológico. Muchos son los experimentos que se han realizado a nivel físico para estudiar el desarrollo y comportamiento del cuerpo ante las fuerzas G, la ingravidez etc.. pero la psicología es tan importante como cualquier campo de estudio.

En la ciencia ficción se sueña con la hibernación, el sueño controlado, para poder realizar viajes más largos, a distancias años-luz de la Tierra. Cosa normal si pensamos llegar a un planeta habitable ( en nuestra galaxia no hay ninguno) Pero la duda asalta aquí:

¿Está capacitado el ser humano para poder aguantar un encierro prolongado?

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Esa es la premisa de «Passengers» cuando uno de los protagonistas se despierta de su hibernación 90años antes lo previsto. ¿Qué debe hacer durante ese tiempo sin compañía? ¿Puede el ser humano vivir aislado? Sin contar nada más acerca de la película ( y lo poco que me gustó) el encierro prolongado es el peor de los castigos. En breve comienzan los factores psicológicos y la mente se deforma ante la falta de estímulos (EFECTOS CARCELARIOS)

Es por eso que hasta que no logremos la tan ansiada suspensión del sueño, no podremos viajar más allá de las estrellas y ser pasajeros interestelares.

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Si deseas conocer más acerca de este tema puedes leer la novela METEORA en la que se narra la historia de 6 científicos que colaboran en el mayor experimento jamás realizado por el hombre, el encierro durante 520 días, para prepararse en la colonización de Marte.