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Tyr, dios de la guerra.

Hijo de Odín y de la hermosa Frigga, Tyr forma parte de las doce deidades que se sientan en la sala del juicio, nunca moró en el Valhalla, pero siempre fue bien recibido.

Era conocido por ser el dios del honor marcial, del valor y de la guerra por lo que era invocado a menudo en las zonas del Norte para obtener la victoria.

Divinidad principal de los saubios, veneraban al dios bajo el culto de una espada y en su honor organizaban grandes danzas de espada donde representaban diferentes figuras: formaban dos largas filas, cruzaban sus espadas por encima de esas y retaban a los más valientes a saltar por encima de ellas o juntaban las puntas de las espadas en forma de rosa e invitaban a su jefe a colocarse sobre las planas hojas para ser paseado por todo el campamento de forma triunfal. Juraban por la punta de la espada, elemento que se volvió muy sagrado con el tiempo. Otro aspecto a tener en cuenta sobre el culto a este dios es que los druidas ofrecían sacrificios humanos (de esclavos) en sus altares donde cortaban a sus víctimas en forma de águila sangrienta o extendida.

(Tiwaz, runa de Tyr).

Hay dos historias interesantes acerca de este dios:

Una de ellas explica por qué es representado en el arte con un solo brazo y tiene mucho que ver con los hijos que Loki tuvo con la giganta Angurboda: Hela, Fenrir y Jörmungand. Odín pronto advirtió su existencia y la inquietante rapidez con la que seguían creciendo por lo que, temeroso de que invadiesen Asgard y destruyeran a los dioses, decidió librarse de ellos; arrojó a Hela a las profundidades del Nilfheim y le entregó el reino de los muertos, lanzó a la serpiente al mar donde creció tanto que en un determinado momento ya era capaz de rodear la tierra con su cuerpo y morderse la cola, pero a Fenrir trató de domesticarlo, así que lo llevó junto a los otros dioses.

Por supuesto que salió mal, se veía venir. El lobo era tan grande, tan inmenso y tan feroz que no había nadie que se le consiguiera acercar. El problema era que no paraba, cada día crecía más y más. Decidieron entonces que tenían que atarlo y lo intentaron tres veces:

  • con una fuerte cadena llamada Laeding que Fenrir dejó ponerse porque estaba muy seguro de su fuerza para liberarse. De hecho, con solo esirarse la rompió.
  • buscaron una cadena aún más fuerte llamada Droma, pero solo hizo falta un corto y potente tirón para deshacerla.
  • harto de la situación Odín manda a Skirnir al reino de los enanos para que forjasen una ligadura que nada pudiese romper. Reunieron los elfos oscuros materiales como el sonido de las pisadas de un gato, la barba de una mujer, las raíces de una montaña, los deseos del oso, la voz de los peces y la saliva de los pájaros para crear a Gleipnir. Confiando en las habilidades de los enanos, los dioses trasladaron a Fenrir a la isla de Lyngvi, en medio del lago Ámsvartnir, pero esta vez no fue tan sencillo atarlo y pidió que, mientras lo hacían, un dios metiera la mano en su boca. El único capaz de tal hazaña fue Tyr que, efectivamente, perdió la mano al ser mordido por el lobo cuando se dio cuenta de que no podía romper una cadena tan fina.

(Týr sacrifices his arm to Fenrir – John Bauer).

Y la otra trata sobre su espada pues decían que estaba hecha por los mismos enanos que crearon la lanza de Odín, así que era muy sagrada para el pueblo. Tanto que la tenían súper protegida en un templo donde colgaba de forma que reflejaba los rayos del sol, aún así fue robada y una druida profetizó que las Nornas habían decretado que quien la blandiera conquistaría el mundo y encontraría la muerte por ella. Esto sucede en dos ocasiones: la primera, un extraño se la entrega a Vitelio que sin ningún tipo de esfuerzo se convierte en emperador de Roma, pero su trono es usurpado por Vespasiano y un soldado romano le da muerte con la espada, pero este mismo soldado se encarga de conquistar grandes batallas hasta que se jubila y se retira a orillas del Danubio donde esconde su espada y no le revelada a nadie su paradero; y, la segunda, Atila se encuentra con un campesino examinando la pata de una de sus vacas porque se ha herido con un objeto afilado que asoma entre la hierba y el huno reconoce en ella la espada de Cheru con la que conquista el mundo hasta que cansado de guerrear se retira a Hungría y se casa con la hermosa princesa Ildico, a cuyo padre asesina, pero la princesa resentida le da muerte con la espada en el lecho durante la noche de bodas.

Representaciones de Tyr en la cultura popular:

(God of War).

(Marvel, cómic).

(Marvel, cine).

Afrodita, la diosa del amor.

(The Birth of Venus – Botticelli).

Empieza la temporada de acuario y, se termina enero y se acerca febrero, el mes mundialmente conocido por su dedicación al amor en todas sus facetas y ese es mi gran motivo sacado absolutamente de la manga para introducirles a este gran, pero gran icono de la mitología griega («¿No deberías entonces esperar al 1 de febrero al menos?» Pues no, no quiero).

Como ya hablamos en la entrada sobre la castración de Urano, la espuma de sus genitales no se desperdicia porque en esta cultura TODO se aprovecha, así que de ella nace una diosa ESPECTACULAR llamada Afrodita y que casi un 90% de la población conoce ya sea por un motivo o por otro. ¿Qué significa que nazca de las partes íntimas de Urano cuando Crono hace chaschas? Pues que las circunstancias de su creación se dan en un estadio, tiempo, anterior a los dioses Olímpicos según la versión de Hesíodo, la versión de Homero la sitúa como una diosa de segunda generación igual que Apolo y Artemisa (eh… no). Por tanto, es lo que hoy conoceríamos como la tía guay perfectamente representada en el DLH de Pascu y Rodri.

Ἀφροδίτη

(Venus de Milo – desconocido).

Sí, una de las representaciones más famosas de esta diosa es a través de su versión romana (como casi todas, por desgracia) y su autor es anónimo. ¿Por qué su popularidad? Porque representa el ideal de belleza griega. No, la pérdida de los miembros superiores es un hecho tan misterioso como la identidad de su autor, aunque cuando fue descubierta cerca estaban los restos de una de sus manos que sostiene la famosa manzana de la discordia del juicio de Paris.

Personalmente, me gusta mucho la descripción que hace el escritor Rick Riordan sobre la diosa y sus atributos: cada persona la visualiza según sus propios cánones de belleza. De esta forma, mi Afrodita podría ser pelirroja con la cara llena de pecas y la tuya de piel negra como el carbón y rebeldes rizos en su preciosa cabeza, pero siempre respondiendo a la imagen que más te puede incitar a caer en el amor.

Es la diosa del amor, la sensualidad, la belleza y la fertilidad, en un sentido mínimo (Hera se lleva gran parte de esta representación) del amor conyugal (Hefesto tiene mucho que decir al respecto). Debido a las circunstancias de su nacimiento, suele ser representada tanto en pintura como en escultura con una concha o animales marinos y, por supuesto, desnuda. Evidente, lo sé. Por algún extraño motivo que no me termina de quedar muy claro, no les voy a engañar, en lugares como Esparta fue venerada como diosa de la guerra y, al parecer, es por ello que su compañero de culto es Ares («Yanira, causó la guerra de Troya». Ya, ya, si sé quién dices) y, por su conexión con la fertilidad, también lo es Hermes.

Atributos:

  • amapola, rosa.
  • belleza y juventud.
  • paloma.
  • concha.
  • cisne, delfín.
  • desnudez.
  • estrellas.
  • manzana.

(Aphrodite and Hermes – Walter Crane).

La lista de mitos en los que la sensual figura de Afrodita aparece es larga, muuuuuuy larga, pero, como siempre, vamos a tratar de hacer una selección entre los más y los menos conocidos.

  • podríamos empezar con su matrimonio con Hefesto como compensación por el pequeño accidente que lo deja cojo (cofcofHERALOARROJAOLIMPOABAJOcofcof) y que, por supuesto, no es de su agrado, así que Afrodita que se considera un alma libre pulula por ahí a escondidas y su principal amante es el dios de la guerra Ares. Estos tres dioses protagonizan uno de los episodios más peculiares, divertidos, morbosos y es posible que humillantes de la mitología: pues Hefesto, hasta la coronilla de una infelidad que está más que clara, pero que no puede demostrar, se decide a crear una red, pero no cualquier red. Por todos es bien conocido el poder de las cosas que crea Hefesto, así que voilá: una red mágica atrapa dioses que pone en práctica un día que el dios Helios se chiva (dios del sol, lo ve todo) y, por desgracia para los amantes, son expuestos desnudos y en pleno meollo de la cuestión al resto de dioses del Olimpo.
  • Afrodita y Adonis, Adonis y Afrodita fun… fun… fun. Había una vez un niño que nació a raíz de una relación incestuosa entre su madre y su padre/abuelo, ella termina convertida en un árbol de mirra y, pasados nueve meses, la corteza se abre y aparece un niño de indudable belleza que fascina a la diosa del amor. Ella lo encierra en una caja (¿?) que confía a Perséfone (¿?) quien también se enamora del niño y lo lleva con ella (¿?) provocando un enfrentamiento entre las dos diosas que Zeus debe solucionar decretando que Adonis pase un tercio del año con cada diosa y el restante solito (¿Hades? ¿Nada que objetar?). Al final resulta que el chaval tiene preferencia por la belleza de Afrodita y prefiere pasar incluso su tiempo solo con ella… despertando los celos de Ares que se convierte en un jabalí y le hace pupita mortal. De su sangre y de las lágrimas de la diosa nacen la primera anémona y la primera rosa.

Ha muerto, Citerea, el tierno Adonis. ¿Qué haremos? Golpeaos el pecho, muchachas, y rasgad vuestras túnicas – Safo, s. VII a.C.

(El despertar de Adonis – John William Waterhouse).