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Anubis, «el señor de las vendas de la momia».

Ya hemos presentado al verdadero dios de los muertos, entonces, ¿quién fue Anubis realmente? Se trata de uno de los dioses más antiguos sí, correcto, y está relacionado con el mundo subterráneo de forma inequívoca, correcto también. Los mitos más antiguos lo presentan como un posible hijo de Ra, mientras que algunos de los más actuales defienden su posición como hijo de Nephthys y Seth… ¿cuál es la verdad? Ninguna de las dos, Anubis es hijo de Nephthys y de su concubinato con Osiris. Así es, un hijo bastardo abandonado por su madre que temía a Seth, por lo que Isis lo encuentra y se responsabiliza de él pues se trata del hijo de su marido muerto. Una vez más, Isis como la figura de la esposa luchadora y fuerte.

Su representación es bien conocida, yo creo que incluso los que no están interesados en la mitología egipcia son capaces de reconocer el chacal negro ya sea en su forma completa o solo la cabeza y el cuerpo de hombre. Creen que se le atribuye por su relación con el mundo de los muertos y porque estos animales tenían la fea costumbre de excavar en las necrópolis y extraer los huesos. Y este motivo enciende las alarmas de todos los antiguos egipcios, ¡necesitaban dignificar ese comportamiento! No era aceptable que un animal de su cultura se comportara de esa forma e idearon toda una serie de ritos para atraer a Anubis hacia el bien, alejándolo del mal.

Siempre con este pensamiento le concedieron el cuidado de los cuerpos de las personas que fallecían ya que gracias a la educación de Isis, quien ya hemos visto que fue gran sanadora, fue recompensado con la habilidad de comprender el discurso humano, con sus conocimientos médicos y con el arte de embalsamar los cuerpos. El primero del que se encargó, bajo petición de Ra, fue del cuerpo de Osiris después de encontrar todas las partes que Seth había desparramado por el Nilo siempre bajo la sabia mirada de Thoth que ayudó en tan importante designio.

Levántate y vive: contempla tu nueva apariencia.

Conjura el crimen del que te hizo esto.

¿Les suena la primera parte de esta frase a alguna parábola cristiana? El mítico: Lázaro, levántate y camina. Pero uuuhhhh son el culmen de la originalidad *sarcasmo*.

Gracias a sus habilidades le fueron concedidas grandes responsabilidades hasta conseguir el título de Contador de corazones pues era el encargado de dar la bienvenida al muerto cuando llegaba al mundo inferior; colaboraba con Horus para embalsamar los cuerpos; presidía el Puesto de dios que contenía cuatro jarras con los ingredientes necesarios para dignificar al rey de los muertos; sus manos comprobaban los brazos de la balanza para decretar el resultado del pesaje donde las almas que fracasaban eran devoradas por Ammit, una criatura mitológica tipo quimera formada por cabeza de cocodrilo, cuerpo de león y parte trasera de hipopótamo que siempre estaba a la verita del dios.

Totalmente alejado de la imagen de carroñero que tuvo al principio de los tiempos, Anubis se convierte en uno de los dioses más visibles. Hay numerosos dibujos suyos en diferentes papiros, en el Libro de los Muertos y en las paredes de tumbas y templos desde Abidos a Asuán, siendo la representación más hermosa la encontrada en la tumba de Tutankhamón.

Helios y Selene antes de Apolo y Artemisa.

(Diana and Endymion – Poussin).

Ambos son hijos de Hiperión y Tea que, según Hesíodo, aparecen en la frívola cantidad de 0 mitos. De hecho, son tres los hermanos: Helios (Sol), Selene (Luna) y Eos (Aurora). Y la realidad es que, antes del ascenso de Zeus, apenas recibieron culto en Grecia.

(Dominio público).

En primer lugar, Helios, a quien solían conocer como dios que todo lo ve y por eso era el más convocado. Su templo principal estaba en Rodas. Tres columnas y media quedan:

Cuentan las malas lenguas (Píndaro) que, cuando los dioses se repartieron la tierra, Helios no recibió un dominio porque no estaba presente (la realidad es que Zeus era un avaro y punto), pero el dios dijo que se sentiría satisfecho si le daban la isla de Rodas.

Pues ustedes dirán: «ah, una isla» y yo les responderé: «sí, sí, pero que se casa con ella».

(Dominio público).

Y no contento con el tema tienen SIETE (7) HIJOS al parecer bastardos porque su esposa oficial es Perseida. Las esposas oficiales en mitología siempre las vemos así a las pobres, es decir, las grandes olvidadas. Con Perseida tiene a Eetes y a CIRCEEEE, después también engendra a Lampetía y a Faetusa con Neera y con Clímene tiene a Fateón y Heliadas.

La representación más común de Helios es como un auriga que conduce su carro (tirado por cuatro caballos) a través del cielo cada día desde oriente a occidente y su cabeza está rodeada por un nimbo y por rayos de luz.

(Helios – recuerda a Varrese , Museo de Boston).

Hay en Madrid unas esculturas de un carro tirado por cuatro caballos, pero no sé lo suficiente de la ciudad para saber si se trata de Helios ya que la representación masculina no tiene el nimbo con los rayos de luz o sí, pero la miopía hace estragos.

(Mi intento de fotos del 2019 – Madrid).

El relato más famoso en el que aparece Helios tiene mucho que ver con Odiseo y sus hombres comiéndose parte de su rebaño sagrado. Se enfureció tanto que amenazó al resto de los dioses con abandonar el cielo e irse a iluminar a los muertos del Hades si no era compensado. ¿Quién dijo drama king? Iba a hacer una broma con que después se hacen veganos, pero no tienen oportunidad porque Zeus manda un rayo y se los carga a todos menos a Odiseo que es el favorito de su querida hija Atenea.

Último dato curioso: se dice que fue Helios quien 1) advierte a Deméter de lo que sucede con Perséfone cuando es raptada y 2) quien le cuenta a Hefesto que Afrodita se está beneficiando a Ares. Un chivatillo, sí.

Tirando de imagen de @/pascuyrodri sí, ¿por qué?

Y ahora… SELENE, diosa de la Luna, efímera y etérea.

Es representada, igual que su hermano, con un carro, pero tirado por dos caballos o bueyes blancos (al parecer, hay en los mármoles del Partenón una cabeza de uno de sus caballos que es preciosa), y también con un auriga en forma de luna.

La leyenda más famosa y que más ha perdurado en el tiempo es su relación con Endimión (tiene nombre de Digimon, I’m-) quien al parecer es un nieto de Zeus que fue destronado de Elida y que se refugia en el monte Larmos donde sobrevive como pastor.

En la soledad, su única compañía es la Luna y comienza a fijarse en ella hasta que se convierte en una obsesión. Selene no se entera de su existencia hasta que en una ronda nocturna pasa a su lado y se enamora perdidamente. Yo a estos griegos no los entiendo, pero bueno.

Total, que se cortejan mutuamente, a su manera claro está, hasta que una noche los labios de Selene se posan sobre los de Endimión y lo despiertan. Ese instante crea unos lazos indestructibles porque une el amor que ambos sienten.

Se quieren tanto que Selene ruega a Zeus que le conceda a su amado un deseo basado en juventud eterna y sueño perpetuo del que solo despertaría cuando Selene le besara (AAAAAAAAAAAWWWWno). Zeus es bueno por una vez y los dos se aman mucho, mucho.

(Endymion and Selene – Annibale Carracci).

¡Buenos días, buenas tardes y buenas noches! No estaba muerta, estaba de parranda. Nada, es broma, el veranito cunde mucho la verdad y la vuelta a la rutina siempre necesita de cierto periodo de adaptación, pero ya estoy de vuelta y tenemos que terminar de conocer al Partenón Griego. Para ello, quiero introducirlos con esta pareja de hermanos que el periodo helenístico convierte en Apolo y Artemisa, los protagonistas de la siguiente entrada.

¡Espero que estén teniendo buena semana!